Hoy queremos compartirle un nuevo caso, tratado en tiempo real y con testimonio del paciente. Este procedimiento es una caries profunda de Clase I y se realizó con un Láser de ErbiumYag, totalmente sin anestesia y en apenas segundos. A medida que se desarrolla el procedimiento, va a poder observar cómo el esmalte empezó a ablacionarse y el paciente comenzó a sentir, lógicamente, molestias. Es ahí donde una correcta formación en tecnología láser y un adecuado uso de la misma nos permite saber que la mejor opción es bajar la potencia por estar en dentina, para seguir trabajando sin anestesia. Al trabajar con este tipo de caries, se necesita al comienzo mucha concentración de energía hasta lograr abrir el esmalte. Una vez logrado ese objetivo, y luego de entrar en la dentina, se procede a bajar la potencia del láser para continuar trabajando sin anestesia.

La técnica de trabajo con esta tecnología no tiene ninguna relación con los tiempos de trabajo con una turbina: con el Láser los tiempos son mucho más cortos. Se trabaja durante 4 o 5 segundos y se hace una pausa para preguntarle al paciente cómo se siente, puesto que debemos verificar estar tratándolo sin que sienta dolor.

También debemos verificar el estado del procedimiento dado que el Láser trabaja sumamente rápido.

Esta posibilidad que nos entrega el Láser no debe ser desaprovechada. La correcta formación en el uso del equipamiento nos convierte en profesionales que pueden realizar una caries sin anestesia y sin dolor. El paciente que encuentra esta tecnología, elige volver a tratarse siempre con la misma.