Actualmente, los odontólogos utilizamos diversas técnicas para devolver al paciente la estética dental y facial. Dentro de esas técnicas, el blanqueamiento dental es una alternativa muy utilizada por nosotros. Pero sobre todo muy solicitada por los pacientes con el objetivo de tener dientes más blancos. Los pacientes han tomado este tipo de tratamiento como algo habitual y en muchos casos se hacen habituares de esta técnica para lograr dientes cada vez más blancos. Incluso, Los pacientes han tomado este tipo de tratamiento como algo habitual.
Sucede que siempre que realizamos este tipo de tratamientos, las preguntas que se nos plantean como profesionales son si obtendremos los resultados esperados y si el tratamiento alcanzará a colmar las expectativas del paciente, con la premisa de no perjudicar las piezas dentales.

Esto es lo que conlleva a que elijamos cuidadosamente el tipo de tratamiento y el producto blanqueador que utilizaremos en la clínica.

Pero existe un gran riesgo, ya que el uso excesivo de estas sustancias blanqueadoras (las más eficientes a base de peróxido de hidrógeno) puede ocasionar alteraciones en la sensibilidad de las piezas dentales, haciendo que este tipo de tratamiento estético pueda terminar transformándose en un tratamiento traumático, doloroso y con cierto riesgo de afección a las piezas dentales. Por esto es que como profesionales utilizamos con mucha precaución estos geles, que sabemos que en la mayoría de los pacientes terminan dejando una ligera hipersensibilidad, y no recomendamos repeticiones en el corto o mediano plazo. Ahora, imagínese, como profesional, poder realizar este tipo de tratamiento de una manera más eficaz, rápida, indolora y, además, con la seguridad de que no provocará alteración en la pieza dental y brindará un gran confort al paciente, logrando reducir los tiempos de trabajo, minimizando los riesgos del tratamiento y asegurándose de que no habrá hipersensibilidad dentinaria, ni durante ni después del tratamiento.

Esto es posible cuando elegimos la tecnología láser para realizar estos procedimientos. Lo más importante para comprender el efecto del Láser en este tipo de tratamiento es que el blanqueamiento lo logra el gel de peróxido de hidrógeno que elijamos. Pero lo más interesante es que cuando usamos la tecnología láser, la concentración de peróxido de hidrógeno puede ser más alta, ya que el efecto del láser radica exclusivamente en la concentración de la luz en el cromóforo del gel, evitando que la reacción química penetre y sea absorbida por la pulpa dental. De este modo, todo el efecto térmico y químico producido por la reacción del peróxido de hidrógeno queda en la superficie y no logra penetrar en profundidad, evitando afectar los tejidos vitales de las piezas dentales.

Es decir que el Láser se encarga de proteger la pieza dental mientras ocurre la reacción química del peróxido de hidrógeno, evitando la hipersensibilidad dentinaria y las consecuencias de dolor y malestar al paciente durante y después del tratamiento. De este modo, como profesionales y con la utilización de la tecnología láser, logramos reducir los tiempos del tratamiento a la mitad y logramos mejores resultados en la disminución de tonos de color, con la especial certeza de que no se ocasionarán alteraciones a las piezas dentales ni durante ni después del tratamiento. La técnica con Láser permite repetir el tratamiento, por necesidad o por voluntad del paciente, en períodos más cortos de tiempo ya que no se provoca ningún daño en profundidad. En sólo 20 minutos el blanqueamiento queda terminado sin complicaciones ni hipersensibilidad para el paciente, lo que nos permite optimizar la rentabilidad del consultorio garantizando más tratamientos efectivos en menos tiempo y sin complicaciones para el paciente. A modo de resumen, como profesionales y con el uso de la tecnología Láser, podremos brindar un mejor tratamiento a nuestros pacientes, con resultados que puedan colmar sus expectativas, con la seguridad de que no afectaremos sus piezas dentales, con la posibilidad de repetir el procedimiento en períodos más cortos de tiempo y con la gran ventaja de poder atender más pacientes en menos tiempo y poder, así, generar más ingresos para nuestra clínica